El principal camino portugués, también conocido como Camino Portugués Central, parte de Lisboa y va, en dirección norte, de catedral de catedral, es decir de la Sé lisboeta a la catedral compostelana, en un recorrido de aproximadamente 615 kilómetros, de los cuales los últimos 115, de Tui a Santiago, trascurren por territorio gallego.
Uno de cada cinco peregrinos llega a Santiago por el Camino Portugués
Se trata de un camino repleto de servicios —siempre habrá un bar o un alojamiento—, que transcurre por unos paisajes muy verdes y que cruza bellas ciudades como Santarém, Coimbra, Oporto, Barcelos, Ponte de Lima, Valença do Minho o Pontevedra. Seguramente, los tramos más bellos son los comprendidos entre Santarém y Coimbra, y entre Barcelos y Santiago.
Muy frecuentado en la actualidad, un 20% de los peregrinos llegan a Santiago por el camino portugués. Pero este dato no debe llevarnos a engaño, puesto que casi la mitad de ellos empiezan en la frontera y no pisan Portugal. De cada cien peregrinos que llegan a Santiago por el portugués, unos 48 parten de Oporto y solo tres lo hacen desde Lisboa. Se suele emplear unos 25 días si se arranca de Lisboa, unos diez desde Oporto y no más de cinco desde Tui.
Seguramente los tramos más bellos son los comprendidos entre Santarém y Coimbra, y entre Barcelos y Santiago
Se trata de una opción excelente si buscas llanear y olvidarte de grandes desniveles. La mayor dificultad orográfica es una tachuela de poco más de 400 metros. Por el contrario, su punto débil es que buena parte del recorrido, sobre todo entre Lisboa y Oporto, el piso suele ser asfalto y aceras.
Últimamente gana popularidad el Camino Portugués de la Costa, el cual parte de Oporto siguiendo la orla litoral atlántica como una variante del Portugués Central entre Oporto y Redondela. Esta variante tiene 30 km más que el camino troncal y hay que cruzar el Miño en bote para llegar a A Guarda. Ambos caminos —central y costero— son especialmente adecuados para bicicleta.
Existen otros caminos, como el Camino Portugués del Interior, la Vía de la Plata Portuguesa, el Camino de Torres (que parte de Salamanca y atraviesa bellos núcleos como Ciudad Rodrigo, Guimaraes y Braga para unirse al Central en Ponte de Lima) o la Ruta Vicentina (del Cabo de San Vicente a Lisboa), pero mucho menos transitados y no siempre señalizados.
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