Oficialmente hay cinco modos reconocidos de hacer el camino de Santiago: a pie, en bici, a caballo, a vela y en silla de ruedas. Estos tres últimos son muy minoritarios, pero existen y están en crecimiento. Actualmente realizan el camino a caballo unas 400 personas al año; algo más de un centenar lo hacen a vela; y en silla de ruedas menos de cien. Para obtener la Compostela, quienes hacen la ruta a caballo deben recorrer al menos 100 km. y quienes la hacen a vela, 90 millas náuticas.
Los ciclistas deben hacer al menos 200 km para obtener su compostela; 100 en el caso de caminantes y jinetes
Hacer el camino en bici tiene varias ventajas. Puedes ver más cosas porque tu recorrido diario es mucho más largo, generalmente el doble o el triple que la distancia de los caminantes. La bici también te permite salirte del camino y explorar qué hay de interesante a lado y lado, sin necesidad de vestir las orejeras que a menudo llevan los caminantes. Además, te da más margen de actuación a la hora de buscar albergue, pudiendo fácilmente hacer cinco o diez kilómetros más o incluso retroceder.
La bici te permite salirte del camino y explorar qué hay de interesante a lado y lado
El recorrido de los bicigrinos, en gran medida, es el mismo que el de los caminantes, si bien hay algunos tramos que, por su pendiente o por el terreno, la ruta separa a unos y otros. En espacios más masificados, como el Camino Francés en Galicia, la convivencia entre bicis y caminantes puede ser algo difícil, así que no es mala idea en esos espacios echarse a la carretera y dejar libre el camino para los caminantes.
Aunque no están reconocidos como oficiales, también hay peregrinos haciendo el camino en burro, en triciclo, en kayak o en patinete.